Crónicas de una oveja eléctrica

El basurero de mi calle

Así es como amanecen todos los días los bidones de basura de la calle Conde Negro desde hace unos meses.

Hoy ha sido un termo eléctrico, hace unos días un sofá, anteriormente cientos de fotografías, mesas, hornos, radio casetes, colchones y cajas de cartón muchas cajas de cartón…

Parece ser que nos encontramos ante un nuevo tipo de listo, el de «tiro la mierda por la noche para que nadie se de cuenta»

Lo peor de todo es que pasan días hasta que Lipasam puede retirar toda la basura y todo ello para nada porque días después sucede lo mismo.

Mis sospechas apuntan a una seudo vivienda/taller de electrónica clandestino que hay en la misma calle pero no puedo asegurar nada. Lo cierto es que que el pasotismo, la mala educación y el «yo paso de todo» abunda en este barrio.

Para terminar y por si no lo sabéis, cualquier ciudadano que desee deshacerse de un mueble, electrodoméstico u otro tipo de enseres, puede solicitar a LIPASAM su recogida llamando al TELÉFONO DE ATENCIÓN AL CIUDADANO DE LAS EMPRESAS MUNICIPALES DE SEVILLA, 902 45 99 54, durante las 24 horas del día o desde aquí

Venta ambulante

Hoy he llamado a la gerencia de urbanismo para informarme de los requisitos para poder vender de manera legal baratijas en la vía pública.

La conversación telefónica que he mantenido con el funcionario de turno no ha tenido desperdicio ninguno, la transcribo:

-Hola buenos días llamaba para saber que tengo que hacer para poder vender en la calle pendientes y baratijas hechas por mi. ¿Que licencia tendría que poseer para ello y cuando se solicita ?

-No no usted no puede vender en la calle.

-No, si eso ya lo se , pero esa gente que se pone vendiendo, incienso alambres con forma de nombre y tal… tendrá alguna licencia ¿ no ?

Si, pero esas licencias ya no se dan

-Entonces no hay forma de ponerme en parques, jardines…

-Si, si usted se puede poner, pero cuando pase la policía se va a tener que quitar

-Bueno pero… que pasa entonces con la gente que se pone en los mercadillos y todo eso.

-Ahh es que eso no lo llevamos nosotros.

-Bueno y si me quiero poner en un mercadillo que tengo que hacer y donde tengo que ir.

-Pues va usted y habla con el «tío del mercadillo«

….

-Vale muchas gracias, hasta luego.

Aún escribiendo esta líneas no salgo de mi asombro.

Ante estas palabras parece ser que en esta nuestra ciudad hay una mafia montada por la que si eres amigo de la persona adecuada no tienes problemas a la hora de pillar tu licencia para poder vender en la calle, si no es así y eres un mierdecilla, siempre te puedes ir al mercadillo del Charco la pava o al de Sevilla Este y hablar con el «Encargao de turno» que por un módico precio te protege el puesto de que no te lo destrocen o te roben las ganancias.

Ya imagino las licencias que deben de tener los vendedores de CD virgenes de Sevilla este y los carné de manipulación de alimentos que tienen los vendedores de verdura del Charco de la Pava.

Miedo me da solo de pensar la seguridad que ofrece la policía local que está todo los fines de semana «vigilando» estas concentraciones ambulantes.

¿Que méritos habrá presentado el » tío del mercadillo » para llegar a tener ese cargo?.

¿El precio a pagar al «tío del mercadillo» es el mismo para todas las razas y/o condición social ?

¿No es curioso que la mayoría de vendedores que se ponen en estos sitios sean mayoritariamente de la misma etnia ?

Cada día que pasa me convenzo más, el eslogan «Sevilla, la ciudad de las personas» debería de cambiarse por:

Sevilla, Ciudad del listo

Listos de mierda

Desde hace algún tiempo tenía en mente crear una nueva categoría para mis artículos, pero no ha sido hasta leer un post en Cuaderno de Líquenman que me he decidido a empezar.

Como todos sabéis Sevilla destaca por la Giralda, la Semana Santa, la Feria de abril, etc…pero también por ser la Ciudad del Listo.

Se me ocurrió, que sería curioso el tener una recopilación de hechos, técnicas, hazañas y andaduras de estos personajes con tal de, por un lado, mostrar cuan avispada puede ser la mente humana, y por otro, poder liberar mi repulsión por los mismos.

Así pues , por los motivos expresados anteriormente y con el presente post, quede inaugurada la nueva categoría de Crónicas de una oveja eléctrica:

Sevilla, ciudad del listo

Listos en Sevilla hay muchos, y sería muy difícil escoger cual de ellos debería de ser el primero en aparecer en estas líneas, pero ya que vivo desde hace tiempo con Pancho he decidido que de los que hablaré en primer lugar será de los listos de la mierda.

Estos personajes se auto-denominan amantes de los perros, pero solo de los perros y no de lo que sale de él. Es por eso que continuamente se olvidan de quitar los excrementos que van dejando sus mascotas por la calle.

Animados por la falta de control municipal sobre ellos ( ninguna multa en 2005), estas personas han decidido que debemos tener más buena suerte y es por ello que van minando las aceras con tal de que haya muchos afortunados.

Las técnicas para no quitar la maranga del suelo son muchas:

-Dejar al perro suelto por la calle e ir mirando siempre al frente , con tal de que si el perro se para a cagar “no verlo”

-No llevar “en ese momento” bolsas ni papeles.

-”! Es abono !” Cuando el bicho caja en el césped.

-”Eso tan chiquitito no molesta a nadie “, valido para chihuahuas y similares.

Aunque la más sofisticada la pude ver el otro día en plena Plaza de la Encarnación ,y a no mas de 20 metros de una pareja de policías.

La técnica consiste en que una vez que el perro empieza a hacer sus necesidades hay quedarse parad@ cerca de la zona y hacer como que se habla con algún conocido.

Una vez el perro ha terminado, el truco esta en quedarse en el mismo sitio un poco de tiempo más, con tal de que el que ha visto al perro cagar se vaya y el que viene no relacione a tu perro con excremento que hay en el suelo.

La técnica se termina con una frase en voz alta del estilo “…cuidao la gente que no le quita las mierdas al perro…”

Con técnicas como la anteriormente descrita uno se da cuenta que por desgracia nos quedan bastantes años para alcanzar el nivel de concienciación de otras ciudades Europeas, aún nos queda mucho tiempo de aguantar a estos listos, así que cuando pises una de las mierdas que no han recogido recuerda que al menos trae buena suerte.