Crónicas de una oveja eléctrica

Y este año… llegó la bienal

Desde el 22 de Marzo ya se pueden comprar las entradas para ver a «artistas» del taconeo y del cante. Casi un mes de espectáculos de ole y con «duende» (poder misterioso que todos sienten), que entre Septiembre y Octubre impregnará Sevilla.

Será tiempo de rezar a  dioses paganos y de proclamar a viva voz que el flamenco es un arte que no se enseña…  si no que hay que nacer con él, no vaya ser que las subvenciones se la lleve alguien que no sea de la «familia».

Será tiempo de exprimir a japoneses y europeos un poco más,a 20 euros el básico, ya que la crisis hace estragos y hay que pasar dos años sin dar ni golpe.

Será tiempo de ver como culturetas de medio pelo se ponen las mejores galas para pavonearse por teatros como el maestranza  y que solo pisan de dos en dos años (si es que van con tanta asiduidad ). Gente que no sabe quien es Pedro Halffter o Daniel Barenboim pero conoce a Farruquito y  similares que salen en la TDT.

Después de Octubre todos ellos seguirán  bebiendo vino, comiendo  con palillos en restaurantes de comida de autor  y seguirán hidratando sus  rastas, alguno hasta ira a la maestranza (la plaza) con el sentimiento de que son la «société éduquée»

La Little Italy de Sevilla

En esto es lo que se ha convertido la sevillana plaza de la Alfalfa. En donde antes podías tomar una deliciosa tarta ahora no hay nada, donde antes había animales ahora hay niños, seudo bohemios y guiris saboreando tortillas congeladas en el Tino.

A todo esto hay que añadir, los «restaurantes» italianos que ahora florecen como setas en otoño. Hasta 5 pizzerías de diseño con masa de aficionado se pueden contar en las inmediaciones… (no digo nombres) que intentan quitar protagonismo a la Mia Tanna después de tantos años dando de comer.

En definitiva, una prolongación de la Alameda de creativos y «artistas», que ya se encargaron de minar de restaurantes «indie» de paredes verdes.

Si alguno  dudaba de la razón por la que se mudaron los pájaros a los teleféricos de la EXPO, a día de hoy ya tiene su respuesta: No fue la gripe Aviar.

PD: Sevilla es la ciudad del listo.

Jungla urbana

Que el trafico en sevilla es caótico no se le escapa a nadie, sobre todo si a las nuevas restricciones de circulación que esta llevando a cabo el ayuntamiento  le añadimos el estilo de coducción del sevillano. Pero lo que se vive de lunes a viernes en la Avd. Manuel Siurot es una jungla urbana.

Por las mañana estan las consultas del Hospital  y de las clinicas de la zona. Los coches haciendo cola en las  entradas de los aparcamientos publicos ocupan los carriles de circulación, llegan perfectamente a los 5 o 6. Esperan, esperan, esperan… les da igual todo, pitidos y vallas indicativas de que el aparcamiento esta lleno.

Pero en mi opinión lo peor  se da a las 14:30 cuando salen los niñ@s del colegio  San Miguel de las Adoratrices.  Los coches se acumulan en doble sentido, coches y más coches… todos con  las luces de emergencia puestas y con los padres con cara de panfilos mirando a la puerta.

Esta gente bloquea, por que ellos lo valen, dos carriles de circulación, uno en cada sentido y hacen impracticable el tráfico en la zona. No termino de entender por qué, si esto se repite un día tras otro, el ayuntamiento no hace nada al respecto. Con la falta que hace el dinero a las arcas publicas ¿por qué no hay allí a diario una pareja de policias locales gastando boli?

Debo decir que antes yo me ponía en la piel de estos padres. Pensaba que les llenaba de ilusión ir a recoger a sus hijos pequeños a la salida del colegio…  pero cuando lo que sueles ver son a niños de 13 o mas  años con edad de coger el autobus  o ir bicicleta a casa, te das cuenta que algo falla.

Estos padres no van a recoger a los niños por gusto ni por amor de madre , van porque viven lejos.  Son gente de la periferia, de los pueblos dormitorio, de esas casas de ensueño que compraron a «5 minutos de Sevilla». Gente que no sabe vivir sin coche, que lo mete en el zajuan de tu casa fuera necesario, quemados de carretera,  deboradores de kilometros, recurridores de multas… .conductores amargados.

Con este  tipo de conductores que  no hacen ningun bien a la circulación ¿ hay algo mas lícito que  no sea empapelarlos a multas ? a lo mejor asi desaparece la jungla urbana que es Sevilla

La dejadez de SEVICI

Ultimamente estoy bastante cabreado con el servicio de bicicletas públicas del ayuntamiento de Sevilla .Lo que en un principio se perfilo como una innovación en el ámbito de la movilidad, cada día que pasa se esta haciendo insufrible.

El alto índice de vandalismo que desgraciadamente están sufriendo las bicicletas y el mal uso que les dan algunos usuarios no es motivo suficiente, a mí entender, para que la mayoría de usuarios finales y que hacemos un buen uso del sistema nos encontremos en un estado tan lamentable el conjunto de la red.

Al enorme número de bicicletas dañadas se les unen otras tantas aparcadas que no aparecen disponibles en las estaciones, un servicio telefónico prácticamente inexistente en donde además se nos cobra con tarificación especial al tratarse de un 902, a lo que hay que añadir una página Web simplemente informativa que no aprovecha en absoluto las capacidades de Internet, en la que ni siquiera es posible renovar el pase anual de manera automática.

No entiendo como al tratarse de un servicio municipal no existe un número de teléfono local al que llamar, así como tampoco entiendo el estado de dejadez en el que se encuentran las estaciones y bicicletas, sobre todo si tenemos en cuenta que se trata de un servicio subvencionado por el ayuntamiento y por el que pagamos una cuota anual y horaria mas de 100.000 usuarios.

Mucho se habla en los medios de comunicación locales del enorme gasto que supone la manutención del sistema por parte de la multinacional JCDecaux y del poco civismo de los usuarios de bicicletas, mientras se deja de lado a un gran numero de abonados “normales” que pagamos un servicio cada vez mas deficiente

Después de casi dos años desde la puesta en funcionamiento de SEVICI, el servicio en lugar de depurarse se ha ido empobreciendo, siendo cada vez mas difícil contar con él como un método de transporte fiable, lo que unido al posible aumento de tarifas para este año hace que muchos nos plantemos si realmente merece la pena continuar abonados